Sunday, November 25, 2007

La escritura y los morados

Ya empezó el calor... y en la calle todos dicen: "Será el peor invierno". Así que no voy a decirles que lo mismo una escucha desde que se acuerda del calor de Guayaquil, porque eso sería tan tan redundante y aburrido.
El calor tiene una nueva historia, así la ha catalogado Extraña que empezó a buscar un trabajo nocturno y no lo encontró y por eso sin misterio aceptó que el Destino le ha deparado una computadora compartida y cuatro moretones en la pierna derecha, por el momento.
El puerto ha empezado a descubrirse, muy parecido a cuando por las madrugadas esa bruma que descansa sobre las aguas del Guayas se difumina por el efecto de la luz del sol. De la misma manera Extraña que ya no se llamará extraña sino Morelia, por cierto, una Morelia cálida, y no fría ni amortajada, sino muy muy tropical.
Morelia, por fin, aceptó que es una escritora, y además a punto de publicar un libro o un bodrio, eso es lo de menos, la cuestión es dar a luz un hijo de papel, con pocas hojas, a veces espesas que condense el universo de las búsquedas en el puerto.
Los moretones son marcas, obvio, la pregunta es ¿quién marca el cuerpo de Morelia de ese modo y por qué? Sí, es cierto que Morelia lo permitió. Todas la mañanas cuando se va a bañar observa que los colores que al principio eran verde oscuro van mutando hacia un morado rosa, tan particular, tan extraño, que no sabe todavía si en realidad dentro de los moretones hay dibujos, unos mapas que hablan de un principio accidentado, incierto como siempre, eso si, cabe decir, bastante placentero. Por principio, Morelia, planteará a su compañero sexual que basta de moretones, que una mujer decente no puede andar marcada como prostituta. Lo que Morelia no le dirá al compañero sentimental -perdón-, sexual, es que secretamente la idea de ser una prostitutilla, mezcla de puta y frutilla le viene bien, de momento. Esto del inconsciente la está matando, digo, nos está matando, pero de diversión.

Friday, October 19, 2007

Presentación de las amigas

Ya sabemos que Extraña 1 tiene una amiga que es Extraña 2, pero ellas no están solas porque hay más amigas. Emilia, por ejemplo, es un personaje peculiar, digamos que no llega al extrañamiento, pero tampoco es una mujer común. No podría serlo porque tiene una afición que ha hecho pública: fotografía los penes de sus aventuras amorosas y hace un album, tal cual los que se llenan con cromos. Digamos que esa es la única peculiaridad de Emilia, porque si obviáramos este detalle, sí sería una mujer común, pero los detalles hacen la diferencia.
Beatriz tampoco es una mujer común; la primera característica inquietante está en su cara poque tiene los ojos separados de la nariz. Belleza extraña le dicen algunos, cuando la persona les cae bien y no quieren decir que una mujer es fea. Los ojos de Beatriz son agrillados, por eso cuando la miro y me topo con esos dos huevos agrandados y oscuros yo veo un reptil. Más allá de eso tampoco hay más y Extraña 1 y yo decimos, que mejor que no lo haya. Igual seguimos buscando.
Sofía, en cambio, es tan risueña, tan típica, muy descomplicada y le fascinan los chupetes. No hay día en que no la veamos sacar uno de esa cartera multicolor que siempre anda moviendo de aquí para allá. Con esa sí se puede sentar una a conversar. Cuando Sofía habla y yo la escucho pienso que nos entendemos, que parece tan común y que no hay nada físico que me muestre cómo es, qué es lo que piensa y decido que eso me gusta. No hay nada mejor que descubrir que algo que parece común no lo es; más todavía, si muy pocas personas logran llegar hasta ese ser humano. Entonces, nuestra conclusión es que tenemos suerte, por la variedad, por el gusto, y por las amigas, así de sencillo y simple, pero...siempre hay un pero. Detrás de la presentación de las amigas está la búsqueda que jamás termina. Eso lo tenemos claro. Tan claro como que cuando se descubre algo valioso, aún a pesar de las búsquedas, hay que cuidarlo, mantenerlo, encariñarlo.

Wednesday, October 10, 2007

crucigramas

Me he aficionado a las letras cruzadas y a los sentidos obvios; es una herencia de extraña dos que hace todos los crucigramas que encuentra a su camino. En mi camino hay pocas probabilidades de montar a caballo o tener un violín y aprender a tocarlo porque estas actividades pertenecen al mundo de la ficción de extrañas. Hay que guardar ciertas cosas para el recuerdo y la escritura; de vez en cuando asomarse a un gran baúl de historias y tomar la que sea necesaria.

Friday, October 05, 2007

Máscaras para una vida ridícula

Lo interesante de las máscaras es adivinar qué hay detrás de ellas y saber colocarlas en los momentos y lugares precisos. Posiblemente las mejores máscaras son las que nos inventamos y que otros saben que nos inventamos.
Detrás de la máscara hay una persona, una personae, pero detrás de tu máscaras no hay nada. Demasiado simple, reduccionista y real. Ver directamente a los ojos a una persona es la última aspiración que no debemos cumplir. No vale la pena ver a las personas sin sus máscaras, es demasiado triste y sencillo.

Saturday, September 22, 2007

Recargada




Digo que el regreso suele ser excitante, por eso Extraña dos me ha dicho que volvió reconcentrada y le creo siempre porque lo que dice, hace. A veces creo que su don es tener una boca de metralleta,sobre todo si el gin ha hecho efecto.

Hemos vuelto a las andanzas y que no se lea esto como algo fascinante, exótico y aventurero... no, no, léase esto como un vagar constante entre mi casa y la de ella, sin tiempo, sin ataduras, sin nadie que pueda requerirnos. Dueñas de nuestros tiempos y de acuerdo con perder las horas dialogando estupideces simpáticas, ya son dos las semanas, sin parar, mirando la noche, los bares, y por supuesto, los restaurantes, porque nunca puede faltar la complicidad de la comida. Caldo de manguera, bolas de verde, arroz con menestra, bolones, tigrillos y música. Harta música para engreir los timpanos, arrullarlos, adormecerlos.


Lugares con vistas, eso me falto enumerar. Sí, hemos estado en lugares con vistas inolvidables. Yo tengo uno grabado en la retina y cada vez que cierro los ojos veo el río, el cerro y las lucecitas de la madrugada guayaquileña, muy silenciosa, mientras las amistades colocan más música, de esa que las radios no tocan. Me acuesto en una hamaca y veo por la ventana. Me quedo dormida hasta que siento que alguien me acaricia los churros, bucles, simplemente mi pelo sambo, y dice: "Cualquier cosa, pero por favor no te quedes dormida". Escucho a mi amigo hablar, y contar, y recontar. Tengo paciencia esta noche, la verdad tengo una inusual paciencia.






Extraña dos es dj, yo pido La Lupe, y eso es lo único que nuestro amigo-bicho no tiene. Bajo los seis pisos para irme en mi taxi carroza pasada de hora. Son las cuatro de la mañana, me quedaría más, pero ya saben, el maldito mundo laboral, a una la espera sin clemencia y a las siete tengo una lucidez. Lo hago para corroborar que si quiero puedo. Ese día quise, un día después me encierro a las siete y en la madrugada el celular suena y suena con mensajitos chistosos que yo contesto. Al día siguiente reviso qué mismo es lo que he respondido, porque no lo recuerdo con claridad. Me río de mi lucidez al responder, porque podría haber sido caos caótico.



Listas para empezar de nuevo, tomamos las carteras, los abrigos y nos vamos.




Friday, September 14, 2007

Sunday, September 09, 2007

Aprendizaje o libro de los placeres

La articulación del discurso amoroso tarda toda una vida; los intentos son fallidos y se llaman aprendizaje o libro de los placeres para hacerle un honor a Clarice , o mejor, Clarisa.
El discurso amoroso se va escribiendo por episodios ante la negación de los protagonistas que llevan ya caminos distintos. Ellos no lo saben, pero se volverán a encontrar, lo ha dicho el oráculo Justiciero que está en la cima de El Paraíso.
Domenico, il unico posibile. Falso italiano para despertar de una siesta. Soy una mujer búho, ¿soy una lechuza? Una noctua noctívaga en pleno calor.
Extraña ha encontrado un placer efímero y es distinto de los anteriores. Siempre es distinto de los anteriores, o es acaso una nueva mutación. Al despertar de desconoce ...
Suena “Crazy…wondering what in the world did I do…Crazy …Faking that my love could hold you”, …pero cantada por Norah Jones, y ya no le hace revolver el estómago, solo es una canción más que no tiene sentido en el calor del puerto porque es Domenico. Falso italiano para despertar de una siesta.
Soy una mujer búho, ¿soy una lechuza? Una noctua noctivaga en pleno calor y hambre, un hambre que recién está empezando.
Abro medio ojo y veo media espalda, me acerco para olerte porque solo así te puedo reconocer, hago el ademán de tocarte, pero no puedo despertar a los muertos, eso lo tengo prohibido. Te mueves y abres medio ojo. Solo alcanzo a decirte que los cadáveres sí son dulces.
Lo que quiero decir es: "Quédate un día más".

Monday, September 03, 2007

En taxi alfombra voladora, pero sin lámpara maravillosa

Hoy regresé temprano a casa; el camino habitual es en taxi o bus, pero siempre pido subir el paso a desnivel del cementerio y si tengo suerte también paso por el Hospital Luis Vernaza con ese color verde enfermedad que lo caracteriza. Yo en mi taxi alfombra voladora con un vientecillo delicioso alborontándose el pelo, sintiendo ligeramente los rayos del sol. Ese fue un momento perfecto, hacia arriba el Corazón de Jesús mirándome pasar. Y luego todas esas tumbas, los mausoleos, las cruces y el monte crecido. Mucha paz, muchas conversaciones alrededor de estos sitios. Un rato antes, aún en la oficina, me doy cuenta de que he chateado por horas. No me he dado cuenta y solo queda una pregunta. Es la pregunta por la dulzura. ¿Qué sgnifica ser dulce? ¿Qué es lo dulce? ¿A qué sabe eso? ¿Por qué se es dulce? Parece una cualidad y sin embargo escucho a cada rato lo dulce como cualidad para la cercanía. Pero, cómo, ¿si todas las personas que conozco tienen algo dulce? Recuerso algo de nuestra conversación virtual y ahí me resuena eso de que hay que descubrir ciertas cosas. Sí, me digo, es cierto, pero sólo hay un momento en que se descubren este tipo de cosas. Creo que coincides conmigo, pero eso lo sabré solo si vienes a Guayaquil. Puede ser un infierno o puede ser cualquier otra cosa. Cualquier otra cosa estará bien. El estadio vacío y muy pocos carros circulando a las cuatro de la tarde. En esta ciudad la dimensión desconocida se hace presente en cualquier momento, sobre todo, si caminamos por sus calles. Por fin, pienso, por fin, estoy llegando a mi casa, y por fin quiero llegar para conectarme otra vez, para escribir lo que me falta y terminar de una vez este proyecto que empecé hace tanto tiempo. Pero tengo sueño, pero tengo sed, necesito mi cama minúscula y mi silencio. Ahora sí puedo escucharme, no comprendo muy bien cómo es que no podía hacerlo, y de una manera súbita me escucho con claridad. Hay una vocecita que me dice que soy libre, no hay explicaciones, pero es así. Me he liberado de mí misma.

Sunday, August 26, 2007

El ring

Extraña dos boxea todas las noches y yo estoy a punto de seguirla, no por el box o por el ejercicio si no para reirme más. Me gusta que me cuente lo que pasa en la clase de box, tal vez por eso todavía no voy yo misma a ponerme unos guantes sino que prefiero escuchar las historias. La que les voy a contar se salió del cuadrilátero, justamente ayer por la noche.

Después de una caravana, de las chivas, de los tragos, Extraña dos acompaña a una amiga a una fiesta en un bar, y con todos los tragos posibles en la cabeza empezó el coquteo de su amiga con un ex compañero, hasta que la esposa de él se dio cuenta y persiguió a la amiga de Extraña al baño. Como había que parar el asunto, el implicado, fue a detener a su esposa que quería matar a la amiga de extraña y como él también había tomado, se puso violento.

Esta es la parte en la que Extraña entra en acción porque agarra al tipo, su amigo, lo toma del brazo, lo insulta y le dice a manera de telenovela mexicana que a las mujeres no se las toca ni con el pétalo de una rosa, y él reacciona, cual macho latino castigador, como diría mi amigo Lumpen, y empuja a la Muñeca del millón de dólares, que ahora será el nombre de Extraña mientras siga seducida por el box.

Extraña le da un derechazo que tira al chico al piso; el hombre se levanta enloquecido y Extraña tiene que correr con la víctima del brazo hasta que llega un taxi calabaza.

Tengo que confesar que me habría encantado ver su destreza bóxística, es que no fue el típico arañón que pueden hacer las mujeres, se trata de un auténtico puñete...

Tuesday, August 21, 2007

Dulce asalto

Viajo liviana como el diablo; en bus, sin plata y despistada. Voy pensando en la inmortalidad del cangrejo hasta que se sube un tipo con cara de asaltante. Sí, con cara de asaltante, así como lo estoy escribiendo, y lo digo sin pena. El tipo tenía una cara y yo unos prejuicios que volví a mi realidad busetera, en segundos. Quería vender frunas y estaba con un "socio" que el conductor del bus no dejaba trepar. Se metieron, yo agarré cuatro frunas, el tipo me dijo que era una madrecita linda. Parece que muchos no compraron el producto así que, o me colaboran o me colaboran, dijo el feo con un cuchillote. Cuando pasó por mi puesto me exoneró por colaboradora y como estaba nerviosa se me cayeron unos exámenes, y mi ladrón héroe me los recogió del suelo. Yo agradecí, los tipos se bajaron, me pasé la calle de mi casa y llegué hasta el parque. Bajé temblando por mi suerte. Y pensar que una deba sentirse feliz porque no le robaron. Después, en casa, dos cigarrillos y el inhalador, correcciones, frunas regaladas, frunas del asalto. Las frunas me salvaron de otro robo, aunque para ser sincera no había nada qué robar. Como digo en la realidad estaba más chira que una pepa de guabo.
¿Quién le roba a quién? Hay transacciones extrañas, un poco confusas, parecen robos, pero no lo son. Digamos que hay cosas que se roban por justicia, por necesidad, por poder, por pena.

Tuesday, August 07, 2007

For old Christine


Sí, esta es una guía de lectura que solo he creado para ti. Ya te dije que me gustó el regalo, así que desde hoy soy una mujer Musk gracias a The body shop. Busca en el archivo y lee el mes de julio, específicamente el post que se titula: El muerto. Que te diviertas, pero ya sabes quiero tu cruel opinión, porque no eres un hipocrite lecteur, como dijo Baudelaire.
Ahora, mira los objetos sobre la mesa; son tres, su disposición indica que: espero una llamada, mantengo un recuerdo, pero que el chupete se impone. El chupete bom boom lo trajiste tú que no vives aquí. No chupaba uno desde hace años.
Otra lectura: una de estas cosas no es como las otras. Firma: Plaza Sésamo. ¿adivina cuál de los tres objetos no pertenece a la realidad? Puedes comentar tu respuesta.
Y ya sabes, bienvenida, pero tenemos una conversación pendiente.

Thursday, August 02, 2007

Mañana día del beso


el beso prohibido

el beso de la muerte placentera






el beso esperado





el beso robado, pintura de Boucher, siglo XVIII


¿Cuál es el mejor beso? ¿Te acuerdas?
Tengo el honor de informarles que mañana es el día del beso, así que para celebrar nada mejor que practicar.
Yo ofrezco beso, tú eliges el tipo...






Monday, July 30, 2007

Columpios

La imagen más temprana de un parque guayaquileño que tengo en mi memoria es la del que está en la nueva Plaza Baquerizo Moreno. Era el parque de Guayaquil y había flores sencillas, toboganes de metal y muchos columpios. Mis favoritos eran los columpios; no me gustaba que me mecieran y veía de una manera extraña cómo algunas madres columpiaban a sus hijos. El momento cúspide del balanceo era cuando llegaba tan alto que parecía que iba a girar totalmente. Ya cuando estaba por irme, en lugar de esperar a que el columpio se detuviera yo saltaba. Creía que volaba.

Hay columpios para todos los gustos: grandes, pequeños, de metal, de madera, de colores, de plástico y para varias personas al mismo tiempo. En el fondo la idea de jugar en un columpio significa movimiento perpetuo, una de las situaciones con las que más tenemos que lidiar, porque el movimiento es esencial y natural en la vida. De todas formas hay algo que nos obliga a estar calmos, estáticos, rutinarios y salirse de esa rutina es un atentado a la estabilidad social.

A lo largo del tiempo he escuchado los discursos pro libertad y desarreglo, pero resultan vacuos en boca de quienes los pronuncian. Resulta que quienes hablan de escapar de la rutina, ser distintos, tienen trabajos estables, mecánicos, y son súbditos. A eso me refiero cuando digo que hay algo estático que debemos poseer para poder movernos.

Tal vez la idea del movimiento o del columpio desaparece a una edad determinada; pero yo tengo mis serias dudas.

Yo imagino columpios que no tienen quién los sostenga; se mecen solos y son míos, porque tal vez lo único que nos pertenece es lo que inventamos para jugar.

A propósito de los columpios yo pondría uno en un árbol tenebroso, abajo tendría que haber una alfombra de flores.



Cuando caminaba, ayer, por el Malecón, pude detenerme en esta feria y aunque las flores no me gustan mucho pensé que pisarlas sería una sensación deliciosa, o tal vez que te las pasen por el cuerpo desnudo...así que aplasté mi click para retenerlas en la virtualidad. Había tanta gente que una vocecita me decía: "Estamos aquí y somos legiones", y una brisa deliciosa. Agosto es el mejor mes de esta podrida ciudad, y si lloviera...

Saturday, July 28, 2007

La bohe

La bohe es poco frecuente y depende de la compañía. Hay noches y noches, algunas memorables sobre todo si el vino ha tenido su efecto deslumbrador. Mirada fija, brillante, embellecedora, excitante. Sí, excitante. Por eso adoro el efecto de las tres copas de vino que transmutan mi realidad, me hacen habitar el mundo que me creo en las ficciones.
Además, se han fijado en ese color, es como tomar sangre y estoy segura de que en nuestro imaginario está fija esa idea de que el vino es sangre y que la podemos beber para purificarnos. Que no amanezca, que no haya más despertares ni días soleados. ¿Para qué la luz del sol si el vino abrillanta las noches?
Ver tu cara en la oscuridad de la noche es una experiencia que me traslada a otra latitud. Que no haya despertar.

Thursday, July 19, 2007

El muerto

Soy una espía, tengo que aceptarlo. Desde que me mudé me quedo en la cama escuchando los sonidos de este departamento. Dicen que tiene 30 años, tal vez un tiempo más. Intento inventar la historia de sus habitantes porque cuando lo alquilé me dijeron:
-Estaba arreglándolo para mi hijo que se iba a casar, pero no hubo boda.
Yo: Ah!, bueno, qué lástima.
Pasan los días y llega el carpintero para terminar lo que empezó y dejó inconcluso, así que le pregunto que si él hizo los anaqueles de cocina.
-Claro, yo mismo con el joven cuando se iba a casar. Pero no se casó.
Yo: Ah... No pregunto nada más, pero ya me empieza a dar curiosidad vivir en una casa que tenía toda una finalidad.
Luego viene el robo, la inseguridad, visita de la dueña, y un buen día aparece por fin mi personaje, que todas las mañana recoge a sus sobrinos para llevarlos a la escuela.
-Qué buen tío, pienso, pero con ironía.
Sin explicaciones los dos hermanos suben hasta su-mi departamento. Reconozco a uno que vive abajo, y el otro, ese es mi personaje. Se ha quedado parado en la mitad de la sala, o debería decir mejor, sofá que hace de cama, bote, asiento, sala. Ha mirado a su alrededor con nostalgia, o al menos es lo que se me ocurre pensar.
Y ocurre que esa sola mirada me basta para saber que me gusta. No, no hablemos de gustos, es solo curiosidad y como extraña que soy sigo los vericuetos hasta llegar a lo que fuere, en lugar de tomar el camino más corto.
Indago con la vecina sobre la no boda, indago con el maestro cerrajero sobre el personaje. Nadie dice nada, todos evitan el tema, o lo cambian y el misterio crece. A estas alturas le he dicho a la extraña dos que me gusta un hombre que no conozco.
-Será por eso que te gusta, pues.
-Tal vez
Fumo un cigarrillo en la escalera y aparece el personaje, se acerca y me pregunta
-Y tú, ¿qué haces?
Dudo antes de responder, no por que su presencia me ponga nerviosa sino porque no hay respuesta. Miro hacia la ventana de la oficina que es mi casa y digo:
-Bueno, yo escribo.
Para arreglarla acoto que antes trabajé en un periódico, como para que se vea que soy una mujer normal. Mal, mal, me digo.
No recuerdo el resto de la conversación porque cuando miro algo que me inquieta se detiene el pensamiento, es como si quisiera captar los detalles de un rostro, de la boca, de los ojos, no me concentro en escuchar, solo en ver.
Se despide y subo.
Sesión de peluquería domingo por la noche, mi vecina manicurista me cuenta que mi personaje morirá en cualquier momento. Tiene una enfermedad mortal.
Me he enamorado de un muerto o de la muerte, no lo sé. Extraña dos sugiere que todo es un ardid para conquistarme, así que yo ya vivo mi próxima fantasía.

Wednesday, July 18, 2007

Martes de Domingo, a pedido de los amigos

Necesito respirar... la versión original de Tim Maia, Día de domingo, los sonidos que son posibles solo en martes de Santana, porque ese es el mejor y único día de Heineken, cuando no hay clientes y nos ponemos a escuchar la música que nos gusta. Nara Leao, Ellis Regina, Astrud Gilberto, Gal Costa, todas ellas desfilan con sus voces dulces por nuestros timpanos acompañados de gin y martini. ¿Qué vas a tomar hoy? Martini, el trago de los espías
-Es un trago de hombres...
-Sí, hoy soy hombre...
Risas, más música y nos dieron las 10 , las 11, las 12, así que nos vamos a Ojos, al billar que nos hace un guiño.
-Pónme a la Krall, dice nuestra cantante.
Suena Tentation, le hacemos al billar, apostamos 2 besitos
-¡Pero con lengua!, dice Extraña 2
Va de lenguas y fue, luego más risas y posiblemente la mejor de las últimas noches, pero las cosas no acaban en el billar, eso sería sacrilegio en una ciudad como Guayaquil.
Super Niño nos lleva a La Canoa. ¿El plato?
-Tres banderas
Tres banderas a las tres de la mañana para tres tristes tigres.

Saturday, July 14, 2007

Los colores de la gente


Aunque este diario empieza en el puerto, a veces toca trasladarse y yo encontré en una callecita adoquinada de Cuenca, un sitio perdido en el tiempo. La tienda era de madera y en las vitrinas había botones, cintas, lanas. Guíada por los colores de las faldas entré porque siempre he querido tener una, para usar a diaro con sandalias. Así como pueden ver en la foto, yo las miraba hasta que pregunté cuánto costaban: ninguna de ellas valía menos de 20 dólares, así que con los colores en la retina seguí caminando por esa ciudad tan alejada del puerto, pero tan cercana.

En mi fantasía no caminé sola por esas calles: estaba acompañada, pero esa es otra historia fundamental, que pertenece al plano de lo que no se dice. Lo que no se dice es imprescindible, irrevocable, interminable, una verdadera espiral que se puede confundir con lo que es vanal, lo que carece de valor. Lo que no se dice tiene una lógica inversa. No te digo que te amo porque es un hecho, así que me quedo callada para no ahondar un abismo, que es abismo porque callo. Y luego el paso de tiempo y otra vez una satisfacción de tomar la propia existencia y avanzar sin mirar atrás como la mujer de Lot.

Tuesday, July 10, 2007

El regreso de Extrañas.

Mi cuerpo no me pertenece, supongo que he de recuperarlo cuando me haya comido tu corazón. Y así, con esa hambre de recuperación me acosté a dormir, o débería decir a soñar. El sueño apareció en sepia y yo tenía un solo ojo, medio labio y una sola mano. Iba corriendo montaña abajo tratando de alcanzar mi otra mitad que era mucho más rápida y que se dispersaba a medida que descendíamos. ¿Cómo saber si debía alcanzar primero a ese otro ojo maldito, o a la boca de línea más parecida a un papel liso sin imprimir? El aire me faltó para llegar. Al final había un gran mar de leche, así que mojé mis pies en él mientras desaparecían la mitad de mi labio, el ojo, y la mano que me faltaba. Parecía que los había perdido para siempre. Una siempre piensa que todas las pérdidas son definitivas, en lugar de comprender que son una espiral que va cambiando de nombres, de rostros, de corazones. El mar de leche se convirtió en un algodón de azúcar y el cielo se tornó gris, cayeron las gotas de nieve y mi sola mano, mi solo labio y mi ojo quieto fueron cubiertos con los copos.
De repente la música que lo embargó todo y luego el depertar. No me gusta despertar con un espacio entre las piernas.

Saturday, July 07, 2007

Ojalá hoy fuera el último día, la última vez del principio del final.
Amaneció nublado y fresco, tal vez por la despedida.

Thursday, June 21, 2007

Desde la ventana

Una gran ventana permite ver mejor y ¿para qué ver mejor si lo que hay afuera es igual o peor que lo que se guarda dentro?
A lo lejos distingo unas luces que iluminan un cerro y el insomnio me hace ver mi propia película a rítmo rápido como en las de Charlot, solo que en esta no hay comicidad, al menos no esta noche. Así que me concentro en la oscuridad que embarga la habitación con vista. Una y otra vez la oscuridad me trae su imagen, ya hecha un garabato y me digo a mí misma que Extraña uno ya no vuelve más.

Saturday, June 02, 2007

Antorchas para el perro bravo

Después de que extraña uno desapareción camino distraída por las calles de Guayaquil de mis destrucciones. Hago trámites, me he vuelto una tramitadora de entuertos. Sacar una línea de teléfono, esperar a que mi arrendadora me de una copia de la factura del agua, ladrona de líneas piratas para poder comunicarme.
Como un pulpo salen nuevas obligaciones, y me pregunto en dónde están mis derechos, qué me toca por ser parte de los ciudadanos.
Poco a poco, asimilo que se trata de paciencia, o sea de que nos vean la cara. No diré cara de qué, ya que esa maravillosa palabra se volvió trillada y dicha, y no hay nada peor que lo ya dicho, repetido, manipulado.
Camino por unos estantes del Megamaxi y veo cortinas de baño, toalleros, todos son lindos y caros y le pregunto al fantasma de extraña 1 que si le gustan que si los compro, y ella me dice que sí, que son lindos, que le gustan, pero que ella no comprará nada de lo que ya tuvo.
Mientras ella me da la respuesta me acuerdo de una conversación en un lugar siniestro, de esos en los que explotan a sus empleados. Todos, pensarán ustedes. En todos hay explotación. Sí, digo, yo, pero en unos más que otros. La historia que me cuenta mi interlocutora es de pánico. En ese lugar siniestro de maltratación de empleados, mi interlocutora me cuenta que ella trabajaba en un restaurante en donde todas los tardes debía subir al segundo piso y abrir una caja fuerte. Había un perro que la odiabla. Ella tenía que encender una antorcha para que el perro no se acercara. Todos lo días, con la antorcha a punto de consumirse y supongo yo que pensando en su familia soportaba la tortura de saberse mordida por el animal, y antes de subir, torturada con la idea de que ya casi era la hora del tormento real.
Por años lo hizo, recién hoy se atreve a decirlo, a aceptarlo, a verbalizarlo. No hay calificativos para las personas que tienen que soportar estos abusos, no los hay. Ni hay manera de resarcir la memoria.

Thursday, April 26, 2007

Extraña desaparecio

Así es, la extraña uno abandonó esta disgresión y se ha marchado quién sabe dónde. Creo que este ejercicio se le fue volviendo amargo, lo que quiere decir que dio resultado y que está atrapada, porque solo hay una literatura posible y esa es la que molestra, golpea y remueve.
Un poco al estilo del rollo chino, ella se fue haciendo pelotas y de repente se confundió con los blogs que tenía hasta que se olvidó de las claves y perdió el contacto.
Extraña uno debe estar bastante cansada a estas alturas porque estrena casa nueva, con árbol de mango y todo. Ya tiene habitación propia, deshabitada aún, pero ya saben, es cuestión de empezar otra vez y reanudar las rutinas.
Hay viejas costumbres y malas costumbres. Las malas, según la extraña uno, jamás se pierden. Yo, como la extraña dos que ahora será la uno, le he dado la razón, irremediablemente
Mientras, se acaba el mes más cruel, llueve casi todos los días para despedir al mes de las aguas mil, y faltan pocos días para que las flores se apoderen de la ciudad al más puro estilo del realismo mágico, solo que andamos destemporizadas con estos recursos efímeros, pero trascendentes.
Extraña uno, sin querer se volvió adicta. Ahora se despierta a las tres de la mañana por un insomnio galopante, y ojo, no es que el maldito sin sueño llegue cabalgando si no que antes de poder agarrar a morfeo escucha el relinche del caballo negro que se para bajo su ventana y que la espera. Ella no se decide, por eso ni se trepa a su montura ni se puede dormir. Así que de momento solo escucha.
Yo le he dicho que para mí ese caballo es el Tintín, pero ella no cree, simplemente se reusa a creer.

Monday, April 02, 2007

Viaje es salir, pero hay viaje hacia adentro


Salir de viaje en la propia ciudad ofrece salir de la rutina. Tal vez el calor hace que desista un poco, pero mi nuevo proyecto es conocer las islas. Hay una ilusión de ser exploradora en estos viajes, tengo que aceptarlo.
Alguna vez estuve en Santay, pero nunca en Puná. Y no son las únicas islas, también están esas otras que aparecen en las novelas de Aguilera Malta, como la Mondragón. A Jambelí sí he ido y me sorprendí cuando a mediados de agosto el agua estaba caliente, y lo mejor, la playa desierta.
Aunque el viaje es fundamental en la vida y en la ficción, creo que hay un viaje que no hay que hacer y es el viaje al pasado.
La cuestión es si el pasado regresa o si una vuelve al pasado y en la conclusión de hoy puedo decir que lo mejor es que el pasado pase, que el viaje continúe y que si el pasado regresa no es casual. Para emprender el viaje, una vez más, es más es importante ver al pasado, tomarlo por los cuernos avanzar. La historia de la humanidad se podría resumir en los viajes, pero con esta frase yo estaría plagiando a uno de mis héroes literarios, o mejor dicho, plagiándolo bastante mal, como es mi costumbre y dada mi poca retentiva. Qué no daría por poder recitar versos enteros, fragmentos enteros, en fin…

Helado de chocolate con sushi

Una noche, hace poco, caminaba con una amiga por la Víctor después de comer Sushi. Antes, tengo que confesar que comí un helado de chocolate gigante, como para que puedan advertir cómo hago mezclas de todo tipo, en este caso gastronómicas, y en otro, para qué decirlo.
Lo cierto es que caminando por esa calle tan transitada iba recorriendo un pasado bien pesado, y también le contaba mi decisión de tomar el pasado y enfrentarlo de una buena vez. Mi amiga decía, respecto a una historia que podría bien ser la ficción perfecta del enamoramiento y todo lo que eso significa, que yo podía volver , que era posible, en otras palabras, que era posible retomar esa relación. Fue después de escucharla que tuve la certeza de que no. La historia estaba acabada, enterrada, sepultada, y digerida desde que decidí ir al encuentro de esa persona. Eso había creído yo, pero en realidad iba a mi propio encuentro. Me alegro de haber podido hacerlo, me he pasado huyendo, escondiéndome. Así que mientras estaba sentada y tomaba mi botella de agua pensé en el próximo viaje y será a una isla, o a la posibilidad de una, para plagiar más todavía. Es que es imposible no hacerlo.
Dicen que en Puná hay una playa que se llama La concordia. Concordia, me suena a concordar, o a acordar. Entonces será Puná.

Wednesday, March 14, 2007

La cama pirañesca

Si no la conoces debes probarla. Es la que inspiró la película El lado oscuro del corazón, cinta dirigida por Eliseo Subiela, durante la década de los noventa y que se quedó en el imaginario latinoamericano hasta que apareció la segunda parte y odiamos a Subiela por edulcorado.
Así como hay un hombre que busca a la mujer que sepa volar y cada vez que prueba una que no tiene esta volátil cualidad, abre un lado de la cama y la mujer desaparece en el vacío, así mismo me imagino yo acostada en mi propia y única cama pirañesca de terciopelo azul, que debajo tiene una maravillosa pecera que no tiene goldfish sino pirañas del Amazonas.
Después de tener sexo, hay unos pequeños minutos de euforia corporal que se acaban cuando una empieza a pensar entonces ya a la distancia creo que sería mejor no pensar y en otra accionar la palanca de control de la cama pirañesca que además es una palanca de máquina tragamoneda.
Como dejar de pensar no está en mis planes inmediatos voluntarios- siempre hay que dejar un espacio para lo fortuito- yo bajo mi palanca y escucho un ruido de piernas chapoteantes que poco a poco desaparece a medida que las pirañitas han tenido un banquete exquisito.
Después puedo dormir sin soñar, acto fundamental en la vida de cualquier mortal, si deseo asegurar mi supervivencia y cuando despierto miro por un balcón al mar y allí a lo lejos veo a una mujer que va entrando al agua con un poco de miedo porque no sabe nadar. Sí, yo sé que no sabe nadar, porque si supiera yo no quisiera enseñarle como es mi deseo en estos momentos. Dudo si levantarme y darme un chapuzón o simplemente ver cómo esa mujer poco a poco se anima a perder el miedo. Ya es muy tarde, cuando creo que voy a ponerme de pie y voy a ir a la playa,, me doy cuenta que lo de la cama pirañesca ha sido una ilusión y que ahí duerme un personaje. Eso es bien claro. Se trata de un personaje, no de una persona, me repito y pienso que si lo fuera hace rato que podría volar.

Thursday, March 01, 2007

Los amantes


"Algo de mi se ha perdido entre tu casa y mi casa ¿será el calor que no abraza?. No es de gozo no es de ira, como tampoco es mentira que algo de ti se ha escondido entre tu calle y mi alma. ¿Será tal vez la esperanza de un cariño adormecido?"






Susana Baca tiene una voz extrañada; una especie de lamento como si su voz languideciera cuando canta esas letras tan lastimeras que le gustan, y por las que ha cruzado continentes para ser profeta lejos de su tierra. Ahora sé que es negra y un poco india; la digna representante del cajón peruano. Durante algunos años vivió en casa de Chabuca Granda, ayudándola y haciendo música con ella.
La primera vez que la escuché fue en el Gran Cacao, hace 4 años. El dueñobarman me dijo que tenía que oírla y yo obedecí como sólo hago cuando intuyo que una persona interesante puede tener un gusto o afición similar a alguna mía. Y así fue como Susana se metió en mi piel, a la espera de esos instantes en que la dejo salir para compartirla con otras personas.
Con el limewire de una Apple he bajado varias canciones de Susana Baca y tengo ahora a los amantes muy cerca y reparo en la letra que dice:

Mientras caminas por bosques y parques
sólo por besar tus pies
el otoño desnuda sus árboles
sólo por besar tus pies.

Él te ama como yo,
con ojos infinitos
y como yo
también quisiera
desnudarte de otoño.

Nosotros
los amantes
sobre nosotros
la lluvia y el amor
la lluvia sin cesar
sin cesar el amor
sobre nosotros
la lluvia que como el amor
humedece a los amantes
La lluvia llegará.

Ya la he repetido tres veces y la mujer que teclea a mi lado hace un gesto de perturbación, debe pensar que qué le encuentro yo a este tipo de música. Se impacienta, pero este es mi repertorio de cada vez y cuando, y no dice nada. En segundos hará lo de siempre; subirá el volumen de sus canciones preferidas y me impedirá seguir lamentándome con Susana.
Cuando esto ocurra yo estaré viviendo una historia en una terraza. A esa terraza no sube nadie y yo he decidido estar ahí con mi amante.
Hay una ligera garúa que anuncia la tormenta que caerá sobre Guayaquil, y a nosotros no nos importa, porque ya nos estamos besando y nuestras ropas están suficientemente húmedas. El olor de la lluvia se ha mezclado con nuestros alientos y cuando vuelvo a teclear en esta oficina prestada, todavía puedo percibir los aromas que me ha dejado la fantasía. También tengo los sabores mezclados en mi boca, a menudo los siento en los momentos más inverosímiles y me digo que es el poder de la evocación o de los deseos.

Thursday, February 15, 2007

Devaneos sentimentales

Si el pasado sentimental regresa, sólo hay dos opciones: o lo tomas y haces de tipas corazón o haces la del capitán araña. La del capitán araña es la que escuché de mi abuelita. Ella siempre ha bromeado sobre sí misma por su nerviosismo para los temblores, los relámpagos y cualquier situación angustiante. Cuando llegaba el momento de su verdad, huía, pasara lo que pasase.
La del capitán araña es mi opción, creo yo porque de tanta caída una ya no se quiere volver a caer y es literal. De todos estos devaneos hay algo muy positivo y es que de verdad no tropezaré con la misma piedra. Lección aprendida: no presiones a otros a tomar decisiones de las que luego no te puedas hacer responsable.

Una de estas cosas no es como las otras

Plaza Sésamo se hizo presente en una misma mesa mientras la sexópata errante cantaba Cómo han pasado los años. Yo pensaba y pensaba y también algo conversaba, pero de verdad no puse tanta atención a las palabras. Mi patín estaba bien lejos, en las playas manabitas desiertas porque no hay gente y porque no llueve. Dicen que ya son 4 años sin lluvias y el panorama es evidente. Montaña áridas, polvorientas como los caminos, mucha sal, mucho sol.
Regresamos a la mesa aquella en día de San Valentín, una fiesta que no celebro, y pese a ello, ahí estaba probando o tal vez probándome a mi misma el autocontrol.
Al final llego a la conclusión de que me gustan los extremos, los bordes, las comisuras; es allí donde transito, donde me reconozco. Hay una sensación de vacío inevitable por eso, como dije antes, la del capitán araña es mi opción.


Colombia chiquita





Digresión, nuevamente cambio de tema a mi antojo, sigo sentada en la mesa del Dizengoff escuchando los boleros y pienso en Salango, desierta después de que la televisión explotara por algunos días el caso de la droga que apareció en la playa, traída por la marea.
Generalmente el restaurante El delfín mágico está lleno los fines de semana, pero no hubo nadie, lo único que se veía eran ventanas cerradas. Tomé un tricimoto para ir a Puerto López y el que manejaba me dijo que hace años que en Salango hay cosas raras, no de parte de los habitantes del pueblo sino de ¨la mafia¨., porque ¨la mafia siempre es internacional¨, me comentó. La modalidad de ocultar droga debajo del agua era un éxito hasta que los buzos nativos del pequeño pueblo descubrieron el contenido de estas bolsas negras de plástico.
¨Algunos ni sabían qué era la droga, pero siempre hay otros que saben¨. Fin de la conversación.
Siempre hay otros que saben, esa fue la frase que a mi se me quedó retumbante y que volvía a repetirme mientras los boleros continuaban en la voz de la mujer de terciopelo.

Wednesday, February 07, 2007

A room with a view


Suenan las campanas de la iglesia de la Plaza de San Francisco. hay eco y no para de llover; esta vez no hace calor y hay un ambiente perfecto para tomar fotos. Pude ver el departamento que sueño noche a noche, la vista que me entrega con un poco de río y un poco de cerro, las luces y los ruidos propios del centro.
Son muchos años viviendo en Guayaquil, y cuando estoy en otro departamento, tal vez el que en realidad quería ver, pienso que jamás he visto Guayaquil desde arriba, el pleno corazón del centro, desde arriba. La perspectiva cambia, no sé si por el agua de lluvia o porque antes he visto una foto de esa vista que miré muchas veces durante una extraña conversación.
Toco el timbre y luego pienso que qué hago en este sitio, que puede ser un error, que me fascina ver una mesa de trabajo llena de papeles, objetos que no comprendo porque no conozco a la persona que he decidido visitar. Qué significará esa especie de chanchito con cola enrulada y cara de persona. Será la cara del hombre con el que converso, será alguna alusión política.
Hay una pesa cerca del balcón. Sí, una balanza y varios portaretratos en una pequeña repisa. No distingo quiénes están en esas fotos además porque intento concentrarme en la conversación y no puedo. En lugar, pienso que he venido porque deseé llegar a ese piso, escalarlo, explorarlo y luego no sé. Tal vez huir subrepticiamente al amanecer. Voy muy loca por estos días, pero loca en la fantasía y no en la realidad. ¿Qué habrá pensado esta otra persona? Se habrá concentrado en lo que yo decía, pensará que he venido para hablar o pensará que llegué por el mismo motivo que él tuvo para abrir la puerta?
Tengo un problema proxémico. Sólo hay un asiento mitad sillón, mitad sofá, muy pequeño, muy estrecho, muy cómodo. Se sienta y yo espero un poco hasta sentarme, estamos muy cerca y siento una pequeña tensión que evado intentando buscar otro lugar.
Disimulo mi problema con las proximidades, pero se da cuenta. Cierran la puerta del edificio a las 10h30. Estoy atrapada si yo quiero. Sí quiero, pero de un momento a otro digo que me tengo que ir. Bajamos, sin decir una palabra, una sola palabra, y me voy. Ahora la cuestión es si habrá retorno.

Wednesday, January 31, 2007

In her shoes



Noche calurosa, media llovizna de amanecer y mañana gris. Hoy no quiero trabajar, tampoco quiero leer, así que ahí está el cable que veo de vez en cuando, y como todo lo que veo en televisión es accidentado, mutilado, cortado, por episodios, espero coger algo que haya visto hasta la mitad y que pueda continuar. No sé si les he dicho lo de la continuidad, yo creo que sí, pero ahora mientras escribo dudo.
Así que me detengo en la película con Toni Collete y Cameron Díaz, la de las dos hermanas distintas, tanto que luego una no puede creer que se amen tanto. Esa en la que la hermana menor y bonita se acuesta con el novio de la hermana mayor e inteligente, y por supuesto, no tan bonita porque no podría ser de otro modo.
La verdad lo que ocurre entre ellas no me importa mucho a no ser que por ese hecho la bonita, o sea Cameron Díaz tiene que huir a Florida en busca de una abuela perdida (Shirley MacLaine) y vivir con ella en un ancianato, mejor llamado en la película como Casa de retiro para personas mayores. Hay un viejito que ya no puede leer y la bonita-Cameron tiene que leerle por pedido expreso del anciano. La bonita tiene un problema, el anciano lo identifica porque ha sido maestro y digamos que le muestra cómo amistarse con las palabras. El libro que lee Maggie, la bonita Cameron es un libro de poemas de Elizabeth Bishop y justo el poema que debe leerle al viejito es uno sobre dejar ir o perder cosas. Primero cosas reales, le dice Maggie con tirabuzón al anciano que le pregunta sobre lo que acaba de leerle, luego, le dice que la poeta habla de perder cosas demasiado grandes, como un continente, un río. En otras palabras sobre perder cosas simbólicas porque ni aunque quisiéramos nos pertenecen los elementos de la naturaleza, sino más bien todo lo contrario.
La bonita y no tan inteligente Maggie sabe que se trata de expresar lo que no puede decirse, y yo estoy pensando que es una gran película, cuando en realidad es muy mala, y sólo porque ese momento de la lectura del poema es fabuloso.

Yo que ando como Elizabeth Bishop meditando en la geografía, en los desplazamientos y en los desajustes decido buscar y buscar información sobre esta autora. Lejos están las imágenes de In her shoes, la película que me trae a Bishop.
Por algún motivo poco lógico lloro porque no voy a poder encontrar en ninguna librería un libro de Elizabeth Bishop, o lloro porque el poema que la tonta Maggie leyó en la película era sobre la pérdida, o porque aunque lo lea nadie más tal vez lo haya leído y si lo hay quién sabe dónde está.

Es la geografía del amor, me repito. Es la geografía del amor. En los zapatos que luego me coloco dispuesta para salir, recuerdo otros zapatos que he tenido. Los que llevo puestos hoy han recorrido y soportado, sobre todo soportado. ¿Y lo que han visto esos zapatos? Han visto desde abajo, siempre desde abajo, así que me detengo un ratito en la puerta para decirles que mejor yo les voy a contar, y que si quieren ya no tendrán que ver nada más. Total, en la geografía del amor hay muy poco qué decir.
Ya lo decía Bishop en sus poemas que luchan por no revelar su propia vida. Luego del wikipedia entra a un artículo del New York Times que habla de una novela que narra la historia de Elizabeth Bishop y su amante brasileña Lota de Macedo Soares. Una historia de 15 años que duró hasta que Lota se suicidó allá por el año 67.
De Boston hasta Santos en Brasil, en barco, y luego a París y después a Boston otra vez, o a la casa de New Haven. Todo este territorio para transitar en una paz aparente, una paz que jamás le devolvería a Lota, ni los quince años en Brasil. "Perder un continente, perder un río", eso fue lo que escribió Bishop.

Thursday, January 25, 2007

Autoconstruir una vida


Hace nueve años el invierno fue tan fuerte que la comunidad Judith Ortega de Milagro se sumergió dos metros bajo el agua. Hoy, aunque las lluvias todavía son débiles, el municipio de esta ciudad empieza a rellenar lo que puede.
Durante el trágico invierno del Niño, Salma Cerezo Pilco tuvo que cambiar su domicilio y supo que otras personas que conocía se albergaron en la Universidad Estatal. También se enteró de que una fundación donó alimentos, vestimenta y medicinas.
Después del fenómeno de El Niño las personas regresaron a Judith Ortega, y aunque el nivel de agua estaba bajando, la destrucción de lo poco que tenían saltaba a la vista. Las donaciones siguieron llegando y la ayuda de Hogar de Cristo, la fundación que se encarga de dotar de un techo a los que no lo tienen proporcionó casas a casi 150 personas de este sector. Esta intervención fue trascendental, sobre todo para la vida de Salma Cerezo Pilco, que empezó a frecuentar las charlas, talleres y a recibir los beneficios de los programas de alimentación que las fundaciones habían emprendido en Milagro. Como habitante de uno de los sectores más deprimidos de la ciudad, los suburbios milagreños, esta mujer se dio cuenta de que estas organizaciones hacían lo que los gobiernos jamás habían hecho.
“Recuerdo que las casitas costaron un millón cuatrocientos mil sucres, y se daba una entrada de 200.000 y se pagaba 50.000 sucres mensuales. Después de un tiempo, llegaron los proyectos de otra fundación" Ella se refiere a Un kilo de ayuda de Nobis, por el cual mensualmente las familias inscritas reciben víveres que ayudan a completar la deficitaria canasta familiar.
Hasta esta época Salma no estaba involucrada en el trabajo de las fundaciones, aunque le pareció que podía aplicar a un trabajo con ellas.
Salma, que nació en Naranjito y que se mudó a Milagro después de haberse casado , me cuenta que había estudiado Marketing en la Universidad, por lo tanto intentó conseguir un trabajo en la Fundación Nobis. “El problema era que mi título no era compatible con lo que hacían ellos, así que de todas maneras comencé a ayudar en lo que podía. Colaboré con los censos, con las entrevistas, era como si fuera una especie de secretaria”.


Con el tiempo, por su tenacidad y don de gente, se ha convertido en promotora para el programa del FODI, instaurado por el Ministerio de Bienestar Social “Queremos ver en el niño el máximo desarrollo, y por eso visito las casas de las madres inscritas en el programa para enseñarles a estimular a sus hijos. Mi trabajo es de horario completo”.
Mientras Salma cuenta su experiencia en el trabajo comunitario, observa cómo una volqueta del Municipio rellena el camino lodoso. Ella ha estado vigilando el proceso todo el día porque sus vecinos se lo han pedido. Cuando necesitan que alguien hable, Salma es la primera persona en la que piensan. Mientras conversamos los vecinos se van acercando y en los pocos silencios que deja Salma, van diciendo algunos de sus problemas. En las casas cercanas las mujeres mayores se asoman por las ventanas y nos hacen señas para que vayamos para allá.
“A pesar de que había trabajado antes, era distinto; hoy estoy más vinculada con las personas. A veces hasta me toca ser confidente. Me gusta ayudar al prójimo, sin esperar nada a cambio”, es lo que dice Salma que habla por los otros también.
"Aquí en Milagro no hay empleo, sólo los que trabajan en el Ingenio lo tienen y el resto de gente dice que se va a palear por allá lejos, o a dónde sea".
Mañana Salma supervigilará la entrega de materiales para un programa de autoconstrucción de viviendas, una vez más, que organismos no gubernamentales envían para la comunidad Judith Ortega.

Monday, January 15, 2007

¿Inocentes juegos?


Los juegos que me gustan están ligados a mi infancia y sospechó, por alguna razón que todavía no alcanzo a vislumbrar, que tienen que ver con muchas situaciones de mi vida actual.
Primero el pokino, no sé si se escribe de esta manera , lo cierto es que en la casa de mi abuela jugaban pokino por las tardes, luego los juegos de naipe digamos infantiles: la burra pintada, quita montón, el hueso; más adelante telefunque, pokar, 21 y 40.
El parcheese me viene por el lado materno; ese me parecía lo más divertido, hoy no tanto. También pasé por la etapa de la macateta, las canicas y el dominó.
Mi background de juegos es amplio, y sé que con el tiempo una les va buscando más complejidad porque domina los más sencillos; en esa búsqueda hay hallazgos, siempre los hay. Las damas chinas, el ajedrez y los juegos de mesa más modernos como el Operation, el Risk (no lo jueguen siempre hay peleas y esa no es la idea) y el Clue, este último inigualable.
De adulta-adulta, o sea después de los 25 según yo, experimenté los casinos, las máquinas tragamonedas- a estas últimas había ido sólo en el hotel Miramar de Salinas mientras mis padres jugaban en el casino cuando tenía unos 8 años- y la ruleta. Hace unos años mi papá me contó que amobló la casa ganando la ruleta en ese casino. Yo me maravillé y empecé a comprar la lotería de vez en cuando porque empecé a creer en la suerte.
Mi papá compraba el entero en otras época, y una vez se olvidó de comprar su número y me mandó a mi, con la especificación de que le llevara los guachitos que terminaran en 2. Yo, desobediente por naturaleza le compré en 1 y en 3, y se ganó algo así como un millón de sucres. Creo yo que debe haber sido 1993 más o menos.
¿Se acuerdan del trencito millonario? De ese me hice adicta y la adrenalina se me subía cuando raspaba el segundo casillero y me coincidía con el primero porque según yo, la próxima sería igual y me ganaría el cuadro por cuatro.
Parece que la afición al juego me viene por los dos lados, porque mi mamá me ha contado que mi abuelita participaba en todo concurso y sorteo que había. Ahora, mientras empiezo a recordar, también me gustaba llenar los álbumes con los cromos, el de la vuelta al mundo en ochenta días, el de historia del Ecuador, y mucho antes que estos algo sobre personajes de Disney que venían en las tapas de las colas.

Hoy, ya no creo en la suerte, pero el gusto por el juego creció en mí, tanto, que cada salida a un centro comercial intento dar una vuelta por los sitios en donde venden juguetes. Mi mala suerte es que a mi mejor amiga no le gustan los juegos y cuando acepta jugar, scrable por ejemplo, me dice que sólo lo hace para darme gusto. Cuando encuentro alguien que disfruta de los juegos de azar, me sorprendo, me empatizo con la persona, pero todo esto dura poco, o mejor dicho, dura lo que dura la plata que una ha llevado al Casino.

Si cada vez se buscan juegos más complejos, ¿qué significa esto? ¿Invaden los juegos el terreno personal? ¿Será que vamos por ahí buscando algo más complejo para superarlo, o será sólo el simple ánimo de jugar? Otra vez los límites, los límites que me dicen que vaya con mucho cuidado, como si eso no fuera también un juego.

Tuesday, January 09, 2007

Restaurar

Sólo una pequeña habitación silenciosa es capaz de devolverme la templanza. Y el trabajo, también. Son las dos únicas situaciones en las que pretendo ejercitar la coherencia, y eso es lo que se muestra. En otras palabras no importo yo, no me importo a mí misma, o deseo que por un largo período así sea. Hacia fuera, el mundo exterior trae mucho ruido, conversaciones, proyectos de trabajo. Hacia fuera parece que hubierea un camino por recorrer, cosas por hacer, vida por vivir.
Es la única lección clara que aprendí de otra persona en el pasado, o tal vez la única que tiene sentido y que recién ahora logro comprender. Mucho trabajo para desviar lo que ocurre conmigo, mucho trabajo para olvidar, para acabar con la memoria personal que produce vértigo y sueños de terror en donde conozco a los protagonistas, y son tan vívidos que prefiero tener insomnio que sufrir en el sueño que debería ser reparador.
La pregunta que me hago es cuál es mi límite, si hay algo más por terminar, si hay algo más por destruir u odiar. O si simplemente se trata del paso del tiempo. Para responderme ensayo ritos adivinatorios, le pregunto a mi tarot, le exijo una respuesta.

Sunday, January 07, 2007

Ascensión en sábado


Guayaquil en sábado invernal en el cerro. Cerca de Faro de Luna miramos los lechugines con el celular que trae llamadas que nunca serán contestadas y mensajes agradables de los amigos que ya no estarán más.
Era el último día de mi querida amiga Mari en la ciudad; nunca supe lo importante que era este viaje para ella hasta que llegó y conversamos como nunca porque ya no vive aquí y como siempre porque mantenemos el diálogo. ¿Qué hago con los recuerdos?, me dijo una noche cuando regresábamos en un taxi a nuestras respectivas casas. “Creo que deberías quemarlo todo”, le dije sinceramente, aunque después añadí una de mis frases graciosas que me salvan de la tristeza, creo que fue algo así como : “Mira quién te lo dice, el burro hablando de orejas”. No sé si el dicho estaba bien, pero eso fue lo que dije y me imagino que comprenden qué significa.
Cuando llegué a mi casa esa noche pensé si ella estaba libre por fin del pasado, porque en apariencia eso es lo que yo había creído, y sin embargo, algo me decía que no era así. Creo que fue esa noche que empezó mi padecimiento, todavía no estoy muy segura, pero hoy estoy cansada para averiguarlo. Me corrijo, ya siempre estoy cansada.
Subir las escalinatas despacio, pidiéndole permiso al sol y a la humedad y al propio cuerpo tiene su recompensa. Y yo hubiera podido estar con mi amiga y no la eligí. ¿por qué no lo hice?

Desde el Faro de Luna se puede ver abajo la Numa Pumpilio Llona, el proyecto de puerto Santa Ana, los gatitos de las casitas regeneradas, la ropa lavada en los cordeles, las ruinas y los rastros de un pasado, que está casi perdido. El río era lo único fijo y móvil al mismo tiempo, y también lo éramos nosotras. ¿Cuántas veces había subido yo esas mismas escalinatas sola o acompañada por otras personas? Unas ya no están, otras mejor que no estuvieran.

Bajar las escalinatas es otra cosa, no hay peso que cargar, el cuerpo se aliviana, aunque sea en apariencia.
Fue una tarde agradable, demasiado pensé en algún momento, y cuando eso ocurre ya se sabe cómo terminará todo. No me queda más que pensar que ojalá la historia no se repita, en si yo pudiera de verdad hacer algo, pero no puedo. Estoy segura de que no siempre tiene que ser igual, pero en la experiencia siempre ha sido igual.
Fue una buena tarde, fue el final de un episodio, de un período, y de una historia. ¿Se dan cuenta de que como lo digo es como si la historia fuera lineal?, pero ya sabemos que eso también es una trampa, la simultaneidad es lo único cierto. Historias, bah, ¿qué es lo que nos traen de verdad? Qué inútil, qué triste.

Friday, January 05, 2007

Cerecita, pueblo fantasma



Mi recuerdo del pueblo fantasma viene de las películas de vaqueros. También de los domingos de televisión con arroz con cangrejo de La Chimenea y viendo Jim West. Luego, he visto pueblos fantasmas a lo largo de mi vida varias veces, generalmente camino a la Costa.
La semana pasada pude viajar a la Península para recibir el año y entre otras cosas, me fui fijando en la “autopista” Guayaquil-Salinas, de la que podríamos decir mucho, aunque yo me encargo de los detalles, esos que se ven nimios, pero que son fundamentales. Hay en esta vía árboles sembrados, luego una especie de matorral que da flores, supongo yo que no se les ocurre que necesitamos sombra, y en otros sitios hay unas varas metálicas que nadie sabe para qué son,
ya después de Progreso no hay “adornos”.
La famosa autopista ya no pasa por los pueblos. Cerecita, Progreso, Buenos Aires y Zapotal sólo podrán ser vistos si queremos entrar a ellos. La justificación del prefecto del Guayas es que “así son las autopistas del mundo”, no se pasa por ellas, así es en Estados Unidos.

Es cierto, así es en Estados Unidos, pero por qué la comparación como si los pueblitos norteamericanos estuvieran sumidos en la miseria y en el olvido. Desde hace años que estas poblaciones viven de la venta de comida, agua, cocos helados y demás que hacen a los viajeros de las playas. Es la única forma de supervivencia que conocen. Otros se dedican a la agricultura que gracias al trasvase de la represa del Azúcar, ha florecido. Muchos, también, venden al borde del camino su producción de pimientos y tomates gigantes, sandías, papas, mangos y ciruelas. Verlos trabajando en los bordes de los caminos daba la imagen de un pueblo pujante, emprendedor que intenta salir del destino al que está sometido.

La imagen que tuve de Cerecita fue deprimente. Casas cerradas, comercios quebrados, sin niños jugando en las veredas y unas cuantas personas asomadas a las ventanas, para ver algún bus. Qué impresión tuve de que Cerecita se había convertido en un pueblo fantasma y que yo iba en un caballo buscando algún bar para refrescarme del sol.
Es el desarrollo me dijeron varias personas con las que comenté esta situación. ¿No se supone que el desarrollo crea progreso y bienestar? ¿No se supone que si se construye una “autopista” se debe pensar en las personas que viven cerca de ella?

Cuando se acabó el año pensé en Cerecita , pueblo fantasma y en los otros que no conozco, pero que abundan. Me acordé de la mujer vieja que miraba por una ventana.