Noche calurosa, media llovizna de amanecer y mañana gris. Hoy no quiero trabajar, tampoco quiero leer, así que ahí está el cable que veo de vez en cuando, y como todo lo que veo en televisión es accidentado, mutilado, cortado, por episodios, espero coger algo que haya visto hasta la mitad y que pueda continuar. No sé si les he dicho lo de la continuidad, yo creo que sí, pero ahora mientras escribo dudo.
Así que me detengo en la película con Toni Collete y Cameron Díaz, la de las dos hermanas distintas, tanto que luego una no puede creer que se amen tanto. Esa en la que la hermana menor y bonita se acuesta con el novio de la hermana mayor e inteligente, y por supuesto, no tan bonita porque no podría ser de otro modo.
La verdad lo que ocurre entre ellas no me importa mucho a no ser que por ese hecho la bonita, o sea Cameron Díaz tiene que huir a Florida en busca de una abuela perdida (Shirley MacLaine) y vivir con ella en un ancianato, mejor llamado en la película como Casa de retiro para personas mayores. Hay un viejito que ya no puede leer y la bonita-Cameron tiene que leerle por pedido expreso del anciano. La bonita tiene un problema, el anciano lo identifica porque ha sido maestro y digamos que le muestra cómo amistarse con las palabras. El libro que lee Maggie, la bonita Cameron es un libro de poemas de Elizabeth Bishop y justo el poema que debe leerle al viejito es uno sobre dejar ir o perder cosas. Primero cosas reales, le dice Maggie con tirabuzón al anciano que le pregunta sobre lo que acaba de leerle, luego, le dice que la poeta habla de perder cosas demasiado grandes, como un continente, un río. En otras palabras sobre perder cosas simbólicas porque ni aunque quisiéramos nos pertenecen los elementos de la naturaleza, sino más bien todo lo contrario.
La bonita y no tan inteligente Maggie sabe que se trata de expresar lo que no puede decirse, y yo estoy pensando que es una gran película, cuando en realidad es muy mala, y sólo porque ese momento de la lectura del poema es fabuloso.
Yo que ando como Elizabeth Bishop meditando en la geografía, en los desplazamientos y en los desajustes decido buscar y buscar información sobre esta autora. Lejos están las imágenes de In her shoes, la película que me trae a Bishop.
Por algún motivo poco lógico lloro porque no voy a poder encontrar en ninguna librería un libro de Elizabeth Bishop, o lloro porque el poema que la tonta Maggie leyó en la película era sobre la pérdida, o porque aunque lo lea nadie más tal vez lo haya leído y si lo hay quién sabe dónde está.
Es la geografía del amor, me repito. Es la geografía del amor. En los zapatos que luego me coloco dispuesta para salir, recuerdo otros zapatos que he tenido. Los que llevo puestos hoy han recorrido y soportado, sobre todo soportado. ¿Y lo que han visto esos zapatos? Han visto desde abajo, siempre desde abajo, así que me detengo un ratito en la puerta para decirles que mejor yo les voy a contar, y que si quieren ya no tendrán que ver nada más. Total, en la geografía del amor hay muy poco qué decir.
Ya lo decía Bishop en sus poemas que luchan por no revelar su propia vida. Luego del wikipedia entra a un artículo del New York Times que habla de una novela que narra la historia de Elizabeth Bishop y su amante brasileña Lota de Macedo Soares. Una historia de 15 años que duró hasta que Lota se suicidó allá por el año 67.
De Boston hasta Santos en Brasil, en barco, y luego a París y después a Boston otra vez, o a la casa de New Haven. Todo este territorio para transitar en una paz aparente, una paz que jamás le devolvería a Lota, ni los quince años en Brasil. "Perder un continente, perder un río", eso fue lo que escribió Bishop.
2 comments:
me tienes buscando cosas de esta flaca la bishop... yo defiendo el poder de los "chic fliks" y no como una postura "yo soy pilas pero me gusta la cultura pop" sino mas bien porque me gustan en serio, en general me gustan las pelis de receta, las de los equipos malos que se sacan la madre y ganan, los road movies (que la gente tiene en mejor estima) y por supuesta la que la bonita terminando envidiando a la fea, que no era tan fea... sino un poco despistada... este es un tema que me apasiona.
pero bueno que si hay cosas muy malas... en todo caso bacan tu post... que pena que la geografia tampoco nos juegue a las dos porque esta tarde por aca te invitaria una caña extraña!
saludos
qué bien Edipa, y ahora en dónde estás, sigues en Italia?
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