Sunday, November 19, 2006

Colada

Hace años que no escuchaba la palabra colada y es porque nunca fui colada y me molestaba que otras personas lo fueran. Así que cuando mi amiga me llamó ayer porque otro amigo nos recogería para ir a una parrillada no sabía que llegaría a la casa de una conocida estrella del Rock de la ciudad. Acepté porque pensé que se trataba de una reunión grande en donde pasaría inadvertida mi coladés, pero no, la reunión era íntima, me revelaron los pocos que estaban ahí, después del calor y la confianza de las cervezas.
El mejor momento de la noche: el rockero y una cantante en vivo, improvisando, en un pequeño patio de La Alborada; me parece un misterio el don de la música, creada o interpretada sin previo aviso.
La mejor anécdota contada: la del rockero que abrió el concierto de Molotov y que después de que el público coreara sus canciones fue sacado del escenario por la gente de los Molotov para que, por fin, cantara el grupo mejicano, y luego la cabreadez del cantante ecuatoriano que putió a los Molotov por haber sido tan descorteses, y que después del concierto se dio cuenta de que uno de sus íntimos amigos había robado una guitarra de colección del grupo mexicano, que valía oro.
Tranquilidad, no vayan a pensar que los músicos son ladrones, era una pequeña jugada para demostrar que no porque fueran Molotov podían portarse tan insolentes como siempre. La angustia que deben haber sentido los mejicanos debe haber sido insoportable. Finalmente, la guitarra fue devuelta con una notita que decía: “Para que ya no sean tan hijos de puta”.
La música de fondo, los Gotan project y su revancha del tango; ya eran las 5 y media de la mañana.

4 comments:

César Eduardo Galarza said...

Eso de estar demás en un lugar debe ser como una sensación reiterada, digo, por aquello de extraña en... Bien, el nervio que se siente, y que viene acompañado de aquella rara cosquilla desde dentro de la panza, es lo suficiente para que la sangre suba a nuestras caras y seamos unos cínicos ideales, esto, claro está, cuando aprendemos a controlar el bochorno. Por lo demás bastante situacional y específico, cómo que le falta sazon. Digo, se me ocurre...

Atte, El Escaparate

PD: intenté subir un texto en mi camino pero el asunto se colgó. Igual tendré algo para ti (y para todos)en estos días

Hiscariotte said...

Cuando empecé a leer y me topé con "... una conocida estrella de rock de la ciudad" admito que me reí, y pensé: ¿qué estrella de rock había en la ciudad? La que abrió el concierto de Molotov, por supuesto, ¿por qué no se me ocurrió antes? Para qué, me sentí estúpido.

Y claro, yo estuve en ese concierto y fui testigo de como les ¿desconectaron? los instrumentos en media canción.

Me hubiera encantado colarme en esa chupa.

Un abrazo Anita.

Anita said...

Ajá, Hiscariotte, yo no estuve en el concierto, pero casi muero de la risa escuchando la historia.
Senor escaparate, lo esperare...

César Eduardo Galarza said...

Hola extraña. Busca aquella respuesta ya sabes donde.

Un abrazo,

El Escaparate